El proyecto surge de la necesidad de incorporar en un edificio administrativo existente el control informático y visual de las baterías de cok de la factoría siderúrgica de Gijón.La localización es compleja debido a la proximidad de cintas transportadoras elevadas, racks de conducciones, gasómetros y vías de ferrocarril.
Se proyecta una estructura de acero respondiendo a criterios pragmáticos y funcionales. Esta estructura incorpora plataformas que albergan usos adyacentes a niveles inferiores y la sala de control en el nivel superior, permitiendo así un control visual efectivo sobre las instalaciones de baterías. Los materiales y sistemas constructivos obedecen a criterios de integración en una fábrica siderúrgica.La sala de control se manifiesta con una imagen estética esencial extraída de su entorno industrial.
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